Todavía necesitábamos saber más cosas del solar: ¿qué tipo de terreno teníamos?
Era imprescindible, pues, un estudio geotécnico…
Para establecer las características de un terreno, en relación con el tipo de edificación que se prevé construir y del entorno en que se encuentra ubicado, hay que realizar un estudio geotécnico.
A partir de la prospección del terreno, los ensayos practicados in situ y la toma de muestras para ser analizadas en el laboratorio, se obtiene un informe que recoge los resultados de la campaña realizada, la interpretación que hacen los técnicos, y las conclusiones que tendrán que tenerse en cuenta para calcular y dimensionar los cimientos del edificio.
Según el Código Técnico de la Edificación (que hace obligatorio el estudio geotécnico para edificios de nueva planta):
Dado que las conclusiones del estudio geotécnico pueden afectar al proyecto en cuanto a la concepción estructural del edificio, tipo y cota de los cimientos, se debe acometer en la fase inicial del proyecto y en cualquier caso antes de que la estructura esté totalmente dimensionada.
Para el proyecto de CASA NOSTRA, contamos con la colaboración habitual de la empresa GEOTEC.
Para programar el reconocimiento del terreno, les facilitamos la siguiente información del lugar:
– el levantamiento topográfico
– un plano con la edificación prevista (indicando el número de plantas); las ruinas del pajar y el cobertizo; una propuesta de los puntos donde hacer las prospecciones.
También comentamos con los técnicos lo que nos habían explicado los vecinos de Darmós: tiempo ha, esta parcela fue la era de Ca l’Anguera, la casa solariega vecina. Desde las caballerizas de Ca l’Anguera salía un pasadizo subterráneo que desembocaba en los campos de más abajo. Parece que este pasadizo, en su paso por debajo de la era, se ensanchaba dando lugar a un tipo de refugio… ¡Necesitábamos saber si nos lo encontraríamos al hacer los cimientos!
Según la información facilitada a los técnicos, y después de una primera inspección visual del terreno, los trabajos de campo realizados consistieron en dos sondeos a rotación helicoidal; un ensayo DPSH (penetración dinámica súper pesada); ensayos tipos SPT (Standard Penetration Test) y la extracción de muestras representativas de los materiales del subsuelo que fueron llevadas al laboratorio de GEOTEC, para realizar varios ensayos.
A partir de los datos obtenidos se dibujan los diferentes estratos que componen el subsuelo del solar, y se define la capacidad resistente que tiene cada uno de ellos, para acabar estableciendo en qué profundidad es conveniente apoyar la cimentación del edificio y la tipología de esta cimentación.
En el caso de CASA NOSTRA, el informe geotécnico obtenido aconseja una cimentación a base de zapatas aisladas y concluye que la carga admisible del terreno, a una profundidad de entre 40 y 80cm (donde encontramos un estrato compuesto por arenas-limosas y/o limos-arenosos), es de 2,5Kg/cm², con unos asentamientos máximos de 2,5cm.
Eran muy buenas noticias: el terreno es bueno y los fundamentos serán poco profundos. Esto implica poco movimiento de tierra, y en el caso de una cimentación convencional, pocos m³ de hormigón.
Por cierto, del pasadizo, ni rastro…
